Por qué Japón

Crecí rodeada de cultura pop japonesa, mi padre incluso trabajó en Japón y me contaba siempre historias sobre Japón, así que empecé a amar el país y su cultura. Japón es también un país muy seguro. Es mejor tener cuidado, pero aquí puedo dejar la bolsa en la cafetería de mi campus durante una hora y, cuando vuelva, seguirá allí, intacta. Aquí, puedo caminar sola como mujer por la noche y no tendría que preocuparme en absoluto.

Los japoneses son también muy cariñosos y amables, mis amigos japoneses me ayudan mucho a instalarme aquí, me ayudan a traducir cosas y me hablan de las tendencias entre los adolescentes japoneses, y me dicen siempre lo fuerte que soy por vivir tan lejos de mi familia.

Por último, pero no menos importante, Japón es un país precioso. No me refiero a las atracciones públicas, los altos edificios de Tokio, el paso de peatones de Shibuya, no. Hablo de todo en general: la naturaleza. Japón es muy limpio y se puede disfrutar muy bien de la naturaleza. Como estudiante, me hace feliz no tener que viajar lejos ni gastar mucho dinero para entretenerme: vivir aquí es ya una felicidad.

Encontrar una universidad en Japón

Siempre he querido estudiar en Japón pero, sinceramente, me resultaba complicado buscar información sobre las universidades del país. Intenté buscar en los sitios web todas las universidades que ofrecen programas en inglés, pero la mayoría de sus páginas están en japonés o no están actualizadas. Pero me alegro de que el sitio web de mi universidad actual, la Ritsumeikan APU, sea muy fácil de entender y esté actualizado. Obtuve información sobre las universidades de mi profesora particular de japonés. Mi sensei tiene muchos contactos con gente que trabaja en Japón, o en relación con Japón, así que le agradezco que me ayudara recomendándome universidades y poniéndome en contacto con personas que podían ayudarme con mi admisión.

Qué busco en una universidad

El primer criterio que tengo para la universidad que quiero es sencillo: quiero saber cuánto se preocupa la universidad por sus estudiantes. Como estudiante internacional, incluso antes de venir aquí, soy consciente de que puede resultarme complicado adaptarme a una nueva vida en un nuevo país, y tendré muchas preguntas. Mi universidad se preocupa mucho por sus estudiantes. Tenemos consultas gratuitas para nuestros problemas de salud mental o no físicos, una clínica de salud, así como un asesor de carrera.

El otro que es muy importante es cómo el sistema, la visión, la forma de enseñar y el programa de la universidad se alinean con mis objetivos personales y cómo me ayudarían a desarrollarme como persona y también a cumplir mi sueño. Creo que el sistema de mi universidad actual se adapta muy bien a mí y me ha ayudado mucho a aprender y adquirir más conocimientos.

El último es el medio ambiente. Qué accesible sería viajar aquí y allá, la naturaleza, y también la gente. Investigué al respecto observando a personas que actualmente estudian en la universidad a la que iba a solicitar plaza, y eso me ayudó a hacerme una idea de cómo sería cuando fuese allí.

Prepararse para la vida en Japón

En cuanto se llega a Japón, es muy importante asegurarse de tener todo lo que se necesita poco a poco. Contratar un plan de telefonía celular es importante porque en Japón te pedirán que escribas mucho tu número de teléfono para contactar contigo, y si sigues usando tu número local de tu país de origen, puede ser un inconveniente para que se pongan en contacto contigo. Es también una pesadilla cuando se te acaba el roaming y no tienes conexión a Internet, ¡en un país completamente nuevo! ¡Asegúrate de estar conectado todo el tiempo!

Abrir una cuenta bancaria es también importante, ya que, según mi experiencia, las tarjetas de débito o crédito internacionales no se pueden usar en algunas tiendas, por lo que tengo siempre que tener efectivo a mano. Si también quieres pedir algo en línea, sería más sencillo tener una tarjeta de débito o crédito de un banco japonés: en ocasiones, mi tarjeta internacional no funciona y es un poco problemático.

Japón tiene su propio seguro nacional de salud y, por lo que sé, todo el mundo está obligado a registrarse. Cada universidad es diferente, pero en la mía me ayudaron con eso, así que solo tengo que pagar cada mes unos 2 000 yenes. Las revisiones médicas y las tasas hospitalarias son bastante caras aquí, pero con el seguro solo se tiene que pagar el 30 % del total, lo cual es un alivio para nosotros, los estudiantes internacionales.

En definitiva, contar con todo lo necesario te ayudará a vivir tu experiencia en Japón sin preocupaciones, ¡buena suerte!

Vivir en Japón como musulmana

Viniendo de un país donde los musulmanes son la mayoría, es muy difícil adaptarse a las cuestiones alimentarias aquí. En Indonesia, los alimentos permitidos para los musulmanes cuentan con su propio etiquetado, así que basta con revisar el empaque para identificarlo. Pero aquí, tengo que averiguarlo por mí misma. Al principio, lo pasé mal. No puedo consumir cerdo, por lo que a menudo busco el pollo como alternativa para mi dieta, y como no me gustan mucho las verduras, prefiero evitar los alimentos etiquetados como veganos. Pero resulta que, incluso una nugget de pollo aquí podría contener cerdo, lo cual me sorprendió mucho. Y la carne picada que suelo comprar en el supermercado, resulta que estaba también mezclada con carne de cerdo. Incluso el pan normal contiene en ocasiones un poco de alcohol. La salsa de soya que solía usar para cocinar en casa, aquí suelen llevar mirin. Pero, poco a poco empecé a dejar de ver esto como una “lucha”. En cambio, pienso en esto como un reto, una aventura para mí. Cuando traduzco los ingredientes, ya no me fijo solo en si contiene cerdo o alcohol o no, sino que me sirve también para aprender japonés.

¡Mi consejo es que te motives y te informes todo lo posible antes de comprar comida! Cuando quieras ir a hacer la compra, haz una lista de lo que vas a comprar y busca en Google qué marca vende ese alimento, pero halal (apto para comer para musulmanes). Por ejemplo, si quieres comprar pasta de miso, busca con antelación “pasta de miso halal Japón” y anota la marca, así, cuando estés en el supermercado, no tendrás que mirar el celular, escribir en Google y traducir los ingredientes. Si tienes más tiempo, haz una lista de las marcas que son halal y las que no, para tomar nota cuando quieras comprar en el futuro. Sería conveniente también memorizar los kanji o la traducción al japonés de los ingredientes que tienes prohibido comer, para poder entenderlo rápidamente cuando veas la comida. Cuando vayas a un restaurante, no dudes en preguntar al personal por los ingredientes. Recuerda: no es malo tener restricciones de lo que se puede consumir. Y, por último, trae tus propios cubiertos. Creo que sería difícil encontrar un restaurante 100 % halal en Japón donde los cubiertos estén también a salvo de las cosas que tenemos prohibido consumir, por lo que sería muy seguro llevar los tuyos propios. ¡Sería también más higiénico y sostenible! P. D. ¡Cocinar en casa es la mejor opción y la más segura! Ayuda también tener un amigo musulmán con quien compartir estas cosas, te hace sentir que no estás solo. Conéctate mucho con la gente musulmana de Japón para que te informen también sobre alimentos y restaurantes halal. En la ciudad en la que vivo, hay algunos restaurantes halal y voy a menudo.